Capitulo 16: El Golpe

Novedades desde Tanzania, y esta vez me temo que no tan divertidas como otras veces. Empezare por lo bueno y luego ya pasaremos a lo menos bueno…

La semana pasada tuve visita de mis tierras. Jordi y Anna fueron la segunda pareja que se animo a visitar Tanzania y de paso, pasar a saludarme. Nos encontramos el día 21 en Pemba. De hecho, deberíamos habernos encontrado en Zanzíbar, en el aeropuerto, pues el vuelo que había comprado era Dar-Pemba con escala en Zanzíbar. Una vez mas, otro imprevisto tanzano retraso el encuentro… La compañía decidió que era más fácil que unos cuantos viajeros volásemos directamente a Pemba, sin pasar por Zanzíbar, y sin avisarnos, cambiaron nuestro billete. Total, que Jordi y Anna, al subir al avión en Zanzíbar (donde esperaban encontrarme) se llevaron una sorpresita al ver que yo no estaba. Donde esta la Marsal? se preguntaban…. Yo mientras tanto ya había tenido tiempo para pelearme con medio aeropuerto intentando que les hicieran saber a la pareja que nos veríamos directamente en Pemba. Aun llevando casi 6 meses aquí, no pierdo a esperanza de encontrar a alguien que se decida a mover un dedo por una buena causa…

Finalmente reencuentro. Ilusión de ver caras conocidas, hablar tu idioma, oír voces familiares. Cuanto se echa de menos…
Al día siguiente nos fuimos a pasar el dia en Misali, una pequeña islita al lado de Chake-Chake. Allí, vimos a Nemo y su familia. Increíble, de verdad! Hay un arrecife de coral ni a 200 metros de la costa. Vas haciendo snorkeling y tienes a menos de 50 cm peces de todos los tamaños y colores. Una pasada!

Misali des del aire (imagen cedida por Joan Llompart)

De vuelta al hotel, cenamos un pescado con salsa de coco y aprendimos a jugar al Bao Game. Tengo que decir que soy un poco patata.

Al día siguiente, empezaron las sorpresas desagradables. A las 9 de la mañana recibía una llamada de la oficina. Nos habían entrado a robar. Todo parecía un misterio, pues ninguna puerta había sido forzada, ni la de la entrada, ni la de ningun armario, ni incluso las de las cajas de efectivo, pero la pasta había desparecido. El guarda del turno de noche tenia el teléfono desconectado y no había quien se explicase lo sucedido. Cundió el pánico. Yo volví a Dar con el primer vuelo (una avioneta de 5 pasajeros que se movía mas que una peonza). Al llegar a Dar, una nueva sorpresa. La caja fuerte también había sido forzada, y el guarda, que volvía empezar turno a las 6, desaparecido… Con los días hemos sabido que una vecina había visto como el guarda había abierto el barrio a dos personajes, uno de los cuales llevaba un maletín, suponemos que con las herramientas. Vamos, que así, cualquiera… Y también hemos descubierto que el día anterior a nuestro robo, robaron en la casa de enfrente, y por el mismo procedimiento.

Denunciamos todo a la policía y entonces me di cuenta que son ciertos los rumores. La policía aquí es la bomba: nos pidieron dinero para comprar crédito de móvil, el coche de la organización para ir a buscar al fugitivo (ya… quins colloni), e incluso que les pasásemos a ordenador nuestras declaraciones. Pa cagarse…

Yo estoy muerta de miedo. La oficina es también mi casa y todo el mundo coincide que tuve mucha suerte de no estar en casa, que ellos habrían entrado igualmente, con la única diferencia que quizás no lo cuento. Y lo que mas mal me sabe es que parece que desde Madrid no se entiende que pueda estar nerviosa y que mas que ayuda técnica necesite ayuda moral… supongo que para que se dieran cuenta tendrían que haberme atacado… (o quizás ni así!). A Pep le ha enganchado en Indonesia, así que aunque le mantengamos informado, poco puede imaginarse como están los ánimos aquí…

Yo cada día lo tengo menos claro. Seguro que quiero seguir? No tenia previsto jugarme el pellejo, y menos cuando después no te sientes respaldada dentro de la organización mas que por los que están tan mal como tu.
Estoy de ocupa en casa de unas amigas, las chicas de la CR hasta que vuelva Pep. Después me mudare a su casa hasta que vuelva a Barcelona, previsiblemente antes de que se me acabe el contrato.