Si hay algo que deberíamos aprender de Tanzania es el gran respeto que se tienen aquí por las diferentes religiones y creencias de la población.
Aquí, el 40-45% de la población practica el cristianismo en sus diferentes variantes, el 35-40% el Islam y el resto de la población sigue creencias tradicionales, principalmente tribales. Todas y cada una de estas variantes tiene espacio en Tanzania y es admirada y respetada por sus ciudadanos.
Aquí, el 40-45% de la población practica el cristianismo en sus diferentes variantes, el 35-40% el Islam y el resto de la población sigue creencias tradicionales, principalmente tribales. Todas y cada una de estas variantes tiene espacio en Tanzania y es admirada y respetada por sus ciudadanos.
Encontramos repartidas por cada una de las ciudades y pueblos tanzanos iglesias catolicas, luteranas, mezquitas musulmanas, etc… En el día a día, se respetan los horarios de rezo de cada persona así como también las temporadas de ayuno.
Desde mediados de Septiembre que los musulmanes practican el ramadán, es decir, ayuno voluntario de comida y bebida (incluso agua) de 5 de la mañana a 6.30 de la tarde. Y creedme, los musulmanes lo siguen a rajatabla. Yo al principio sufría un montón por nuestros trabajadores musulmanes. Pensaba que no aguaitarían un día de curro sin comer ni beber en una ciudad donde la temperatura no baja de los 30°. Y la cocinera! Pobrecita, a cocinar para nosotros sin poder comer bocado… Pues me equivoqué. La vida en ese aspecto, no cambia. Todos cumplen.
Aunque encontramos gente practicante de cada religión mayoritaria en cada región, es cierto que en algunas zonas domina el islamismo (sobretodo en la zona de la costa tanzana y las islas) mientras que en el interior hay más cristianos.
Este fin de semana pasado tuve la visita de Marina, Dani, Pitona e Ignacio. Después de su safari, trekking y dos días en Dar, hemos pasado 4 días en Zanzíbar. Allí, prácticamente el 90% de la población estaba de Ramadán. Y eso afectaba cada pequeño espacio de la vida zanziberena. Los comercios cierran antes que normalmente (sobre las 4.30 en lugar de las 6.30), las mujeres se van a casa a cocinar para que a las 6.30 empiece el festín, incluso los jardines de Forodhani, una de las atracciones turísticas mas aclamadas de Zanzíbar, con sus tenderetes de comida en la calle al caer el sol, se ve afectada. Casi no había ni puestos de comida!
Desde mediados de Septiembre que los musulmanes practican el ramadán, es decir, ayuno voluntario de comida y bebida (incluso agua) de 5 de la mañana a 6.30 de la tarde. Y creedme, los musulmanes lo siguen a rajatabla. Yo al principio sufría un montón por nuestros trabajadores musulmanes. Pensaba que no aguaitarían un día de curro sin comer ni beber en una ciudad donde la temperatura no baja de los 30°. Y la cocinera! Pobrecita, a cocinar para nosotros sin poder comer bocado… Pues me equivoqué. La vida en ese aspecto, no cambia. Todos cumplen.
Aunque encontramos gente practicante de cada religión mayoritaria en cada región, es cierto que en algunas zonas domina el islamismo (sobretodo en la zona de la costa tanzana y las islas) mientras que en el interior hay más cristianos.
Este fin de semana pasado tuve la visita de Marina, Dani, Pitona e Ignacio. Después de su safari, trekking y dos días en Dar, hemos pasado 4 días en Zanzíbar. Allí, prácticamente el 90% de la población estaba de Ramadán. Y eso afectaba cada pequeño espacio de la vida zanziberena. Los comercios cierran antes que normalmente (sobre las 4.30 en lugar de las 6.30), las mujeres se van a casa a cocinar para que a las 6.30 empiece el festín, incluso los jardines de Forodhani, una de las atracciones turísticas mas aclamadas de Zanzíbar, con sus tenderetes de comida en la calle al caer el sol, se ve afectada. Casi no había ni puestos de comida!
Marina y Dani con los ninos de Jambiani
Marina en la Isla de la Prision
Este viernes se acaba el ramadán. Se ve que eso depende de la luna. Y con el fin del Ramadán hay fiesta nacional. Todos, musulmanes y cristianos celebran ese evento con un día de fiesta laboral.
Un ejemplo de respeto a la diferencia entre las gentes a seguir en Occidente.
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